Home >  El arte —y la ciencia— de la iteración
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The Art - and Science - of Iteration

Si tienes un negocio, ya sabrás que la tecnología se mueve rápido y no deja de acelerarse.

Basta con pensar en que Steve Jobs presentó el famoso iPhone —un producto que ha generado una revolución tecnológica en un sinfín de sectores y que, literalmente, ha transformado el mundo en menos de una década— hace solo nueve años. En su obra “Piense en grande, actúe en pequeño”, Jason Jennings acuñó el axioma de que, en el mundo empresarial, ya no son los peces grandes los que se comen a los pequeños; son los rápidos los que se comen a los lentos. 

La velocidad y la agilidad de tu empresa son ahora más importantes que nunca. Pero, lamentablemente, la velocidad a la que viaja la información también es más rápida de lo que nunca lo ha sido. Dado que más de la mitad de la población mundial utiliza Internet, más de 3000 millones de personas pueden acceder a contenidos para obtener información, probar y hablar sobre tu empresa o producto. No es una quimera, sino, más bien, un objetivo muy factible.

Uso de la iteración para mantenerse por delante de la competencia

¿Cómo se mantiene una empresa a la vanguardia y logra tener éxito con unas apuestas tan fuertes y tal demanda de velocidad? La ciencia ofrece algunas ideas. El programa Science 101 de la Universidad de California Berkeley revela que el proceso de la ciencia no es ni un proceso ni una metodología. El verdadero proceso de la ciencia es la iteración. La ciencia descubre la verdad mediante la creación de una hipótesis y la repetición de pruebas hasta que sale a la luz. Esta es una lección de un valor incalculable cuando emprendes nuevas ideas o aventuras con tu empresa.

En los últimos cinco años, los sectores en los que participamos se han disparado, y los eventos y las recaudaciones de fondos se están volviendo cada vez más populares. Si combinas estos sectores en rápida evolución con una tecnología web en constante cambio, te enfrentas a un importante desafío a la hora de mantenerte a la vanguardia y seguir siendo relevante. A continuación, compartimos los siete pasos que hemos utilizado para convertir la iteración en un tipo de arte. Con ella, somos capaces de permanecer a la cabeza del mercado al tiempo que introducimos productos y funciones que a los clientes les encantan.

1. Empieza con el por qué

Quizás, la charla más importante sobre tecnología, entretenimiento y diseño es una de Simon Sinek, que compartió el poderoso hallazgo de por qué algunos productos y servicios tienen éxito mientras otros mueren. En la raíz de tu proceso iterativo, debes estar convencido de por qué tu trabajo es importante y valioso. Es decir, debes intentar tener una visión clara y documentada acerca de los beneficios o la necesidad de mercado de tu producto o servicio.

2. Documenta todo

Todas las ideas parecen buenas hasta que las desarrollas por completo. Trata de desarrollar el concepto completo, de principio a fin. Al documentar tu idea, aunque sea de una forma general, la conviertes en algo real y puedes evaluar rápidamente su valía. Utilizamos herramientas como Balsamiq y Draw.io para crear bocetos, interfaces, diagramas y diagramas de flujo. Saca tus ideas y hazlo rápido. Si pinta bien, comienza a planificar tu proyecto con AsanaBasecamp o Trello.

3. Crea un prototipo

El desarrollo y la fabricación son procesos caros. Sin embargo, hoy en día, las herramientas te permiten crear prototipos rápidamente para tu software o producto sin que tengas que realizar una cuantiosa inversión. Para cada nueva función o idea que tenemos, creamos un prototipo seleccionable mediante Invision. De hecho, en unas pocas horas, podemos simular qué aspecto tendrá la función y cómo actuará. La obra de Timothy Ferris, “La semana laboral de 4 horas”, incluye una magnífica sección sobre el prototipado rápido de cualquier tipo de negocio o servicio sin tirar la casa por la ventana.

4. Prueba beta con clientes reales

Cuando desarrollamos una nueva función, no la sacamos al mercado y cruzamos los dedos para que todo vaya bien. De manera selectiva, la sacamos para un reducido número de clientes que la utilizarán, probarán sus límites y nos proporcionarán sus comentarios. En un momento determinado, lanzamos media docena de funciones secretas a otro grupo de clientes. Esto nos permite eliminar los fallos y evita que nos metamos en grandes apuros al realizar el lanzamiento oficial demasiado pronto.

5. Recopila información de manera inmediata

Los datos lo son todo. ¿La utiliza la gente o no? ¿Les gusta o la odian? ¿Es intuitiva o engorrosa? Saca la verdad a la luz. Existen innumerables instrumentos y recursos como UserTestingKissMetricsMixpanel y Optimizely que te pueden ayudar a descubrir lo que los usuarios piensan realmente de tu producto o servicio. No te fíes de tu instinto; obtén datos reales y sinceros.

6. Ajusta, reduce y mejora

En este punto, ya cuentas con datos reales y casos de uso auténticos. Ahora puedes ver lo que se usó y lo que se ignoró. Puedes apreciar lo que funcionó y lo que no. Y, lo más importante, puedes averiguar lo que te perdiste. Después de obtener información del grupo inicial, te das cuenta rápidamente de lo que necesitas mejorar. Emplea ese tiempo en ajustar aquellas funciones que la gente no utilizó. No dudes a la hora de eliminar funciones y mejoras que no sean absolutamente necesarias.

7. Repite y vuelve a lanzar

Asimila lo que has aprendido y repite el proceso anterior hasta que tu producto o servicio esté listo para vivir su momento de gloria. No solo tendrás un producto o servicio probado, sino también a un asombroso grupo de embajadores que alabará sus virtudes una vez que se produzca el lanzamiento. Lo mejor de todo es que te suplicarán que empieces a trabajar en tu próxima gran idea; momento en el que deberás iniciar el proceso de iteración completo una vez más.

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