La tecnología ha salido airosa de un año difícil en el que la salud mental ha sido una gran preocupación para las empresas. Los usuarios han tenido que acostumbrarse rápidamente a los nuevos patrones de trabajo y adoptar tecnologías como las videollamadas y las herramientas de colaboración digital, que no habrían necesitado de haber seguido trabajando en la oficina. Pero aún se avecinan más cambios, y lo cierto es que seguimos aferrándonos a las viejas formas de trabajar y a tecnologías que ya no son las más adecuadas, algo a lo que urge poner solución. En esta publicación del blog, pasaremos revista a una serie de sencillas mejoras que pueden transformar la experiencia del usuario, mejorar su bienestar y reducir las frustraciones de su día a día, tanto ahora como cuando dejemos definitivamente atrás el confinamiento.
La salud física y mental: dos caras de la misma moneda
La pandemia ha aumentado los problemas de salud mental —que ahora son según ciertas fuentes la principal causa de discapacidad— y las consecuencias para quienes los sufren. En la actualidad, se estima que uno de cada cuatro adultos va a experimentar algún tipo de problema de salud mental en algún momento de su vida.
El papel de la tecnología que utilizamos es fundamental, y no solo porque pueda aplicarse al seguimiento y tratamiento de este tipo de problemas. Los fabricantes deben asegurarse de que sus «soluciones» no se conviertan también en parte del problema, sobre todo ahora que la separación entre nuestro trabajo y la vida personal comienza a difuminarse.
Cómo sobrellevar nuestro día a día cuando la tecnología también nos estresa
Para contextualizar lo anterior, pensemos en una escena de todos los días: un padre que empieza el día estresado preparando a sus hijos para ir al colegio. Lo último que necesita después es tener que abrir un ordenador portátil ruidoso y lento y con una pantalla que no cesa de parpadear. Incluso si la pantalla es estable, si no lleva ningún filtro de luz azul, tal vez le cause dolores de cabeza, fatiga visual y dificultad para conciliar el sueño.
Todo se suma al estrés y la frustración generales, lo que merma considerablemente la productividad. Si a ello añadimos una mala conexión con un ancho de banda insuficiente que haga que las reuniones se cuelguen mil veces, hasta el empleado más positivo tendrá dificultades para concentrarse en su trabajo.
La tecnología debe ser parte de la solución
El confinamiento ha puesto de relieve que la flota mundial de portátiles y PC arrastra problemas crónicos. Cuando hay cerca un experto informático y se tiene acceso a un montón de equipos de repuesto, es fácil buscar soluciones provisionales o hacer arreglos para ir tirando. Sin embargo, cuando todo el mundo teletrabaja, es vital que la tecnología utilizada no solo cumpla su cometido, sino que también sea fiable e inherentemente segura. Los usuarios necesitan disponer de un almacenamiento integrado y flexible que haga posible un arranque rápido, permita recuperar los datos lo antes posible y amplíe la capacidad.
Al mismo tiempo, trabajar en casa obliga a gestionar otros problemas, como los relacionados con los hijos, la pareja o los animales domésticos, y es importante que los dispositivos tecnológicos estén protegidos frente a situaciones de riesgo, como golpes, caídas o incluso bebidas que puedan llegar a derramárseles encima.
Los pequeños detalles marcan la diferencia
Por ejemplo, la gama ThinkBook de Lenovo ha recibido la certificación MIL-SPEC, lo que significa que está preparada para todos los rigores del día a día, ya sea en la oficina, en casa o mientras nos desplazamos. Detalles como la función Modern Standby, que convierte el botón de encendido en un lector de huellas dactilares, son diferencias sutiles que mejoran la experiencia del usuario y le facilitan la vida.
De repente, gozar de una alta calidad de imagen y sonido en nuestros dispositivos se ha convertido en una prioridad, pues todos necesitamos ver y oír mejor tanto las videollamadas como otros contenidos visuales y de audio. Cuando el principal punto de contacto de un usuario con el mundo exterior pasa a ser un dispositivo tecnológico, no pueden pasarse por alto estas cuestiones.
¿Qué ayuda necesitan los trabajadores de hoy en día?
Todos llevamos tanto tiempo trabajando con ordenadores que es fácil pasar por alto el estrés y las tensiones que nos generan cuando no están a la altura de las tareas que les pedimos que hagan. Nos hemos acostumbrado a hacer pequeñas concesiones y a encontrar soluciones momentáneas que nos permitan trabajar de la forma más productiva posible.
Sin embargo, en la actualidad nuestras exigencias tecnológicas son mucho mayores y obtener ayuda no resulta tan fácil. Las empresas de éxito siempre se han caracterizado por facilitar a los empleados las herramientas adecuadas para el trabajo que hacen. Pero, ahora que estamos adentrándonos en una nueva era profesional, todos los negocios deben invertir en tecnologías diseñadas para ayudar a la próxima generación de trabajadores, motivándola y aumentando su productividad.
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